LAS AVENTURAS DE "LA CHICHIGUA"
No es política, pero entiende y maneja su terminología de forma sorprendente. No es candidata ni aspira a ningún puesto electivo, pero no hay un solo postulante que no la conozca. Tampoco es periodista ni locutora, pero se codea con los reporteros de los medios de comunicación más influyentes de la capital.
Su nombre es Susy de la Cruz y le dicen “La Chichigua”. O la comadre de Hipólito Mejía, el ex presidente de la República, a quien ella y sus compañeros de “trabajo” también asumen como “papá”. Es una morena monumental, de pelo crespo tejido, mirada inquieta e inteligente y usa pantalones apretados.
Vive en Cristo Rey, pero se mueve por todos los contornos del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Todo depende de hacia donde se dirija la cúpula del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización política que esta joven capitaleña y varios hombres-también jóvenes-escogieron para “picar” algunos pesos, mediante el método sencillo, franco y abierto de pedir sin ningún tipo de contemplación.
La Chichigua hace honor a su mote. No dura ni diez segundos sentada o parada en un lugar fijo. Su vaivén delata su nerviosismo. Y sus propósitos también. Se mete entre periodistas, escucha y comparte conversaciones de camarógrafos, fotógrafos, reporteros y políticos importantes y de poca monta.
La “comadre de Hipólito” es ágil. Se mueve rápido y con precisión. Observa la hora. Se para si está sentada y vuelve a sentarse. Sus compañeros de “trabajo” la miran y sonríen. Algunos acompañan sus manías e inquietudes. Reflexiona sobre la situación política del partido blanco que sigue desde hace mucho tiempo. Se recuesta de las paredes para luego volver a sentarse o intercambiar impresiones con sus compañeros.
Se acerca la hora. Ya los grandes dirigentes del PRD casi salen del encuentro pautado para discutir problemas internos; problemas que ella también sufre y comenta por lo bajo y por ratos en voz alta. El sol pica muchísimo y saca sudor de su frente estrecha. Las puertas se abren para dar paso a los altos dirigentes. Susy se posiciona; hace una seña a los “pica pica” que esperan el momento. Y se lanzan al ataque. Mañana será otro día. Habrá nueva agenda. La Chichigua se marcha. ¿Contenta o decepcionada?
Oscar Quezada
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