¿QUE JOSÉ FIGUEROA AGOSTO LLAMÓ A DÓNDE?
A los que esperaban que el presidente Leonel Fernández hablara sobre la sorprendente, espectacular y magistral escapatoria del hombre invensible José Figueroa Agosto y su astuta colega, Sobeida Féliz Morel, pues se les peló el billete. Yo también me quedé como perico en estaca, esperando que la primera figura de la nación en picada dijera algo acerca de estas presuntas fugas y del poder supremo y consentido del narcotráfico.
La llamada telefónica que supuestamente hizo Figueroa Agosto a un programa radial, puso nuevamente de manifiesto que en materia de investigación y seguridad nacional, Dominicana está completamente huérfana. Desamparada. Que nuestro sistema de seguridad pública no es otra cosa que un hazmereír a carcajadas.
Esa llamada reveló lo que muchos veníamos sospechando: que de Figueroa Agosto y la bella Sobeida, más sabe el perro viralatas de mi barrio que las autoridades que viven hablando pleplas sobre "investigaciones avanzadas" y otras zanganadas.
Por ahí andan todos nuestros fabulosos investigadores, dando vueltas y vueltas. Y nada. Ahora piden grabaciones y otros datos que obligan a preguntar, ¿y qué diablos era lo que tenían como pistas para localizar a estos narcotraficantes? Esta llamada pendeja y que la opinión pública nacional recibió con la boca abierta, como suele suceder casi siempre, le arregló el complicado mundo a un Leonel Fernández que no es muy dado a arremeter, con fuerzas creíbles, en contra de las bagabunderías de su gobierno.
De buenas a primeras, las espectativas de que el primer mandatario dijera algo del terror que implanta el narcotráfico y las conplicidades probadas con estamentos importantes de su régimen, se convirtieron en una comedida de mal gusto. La atención se centra ahora en otro show que ridiculiza a nuestros investigadores y agudiza el crítico estado de idiotez de tantos dominicanos que todo lo reciben así, con la boca abierta.
Era cierto. Ninguno sabían absolutamente nada de los inteligentes villanos de una película sin protanistas identificables. Un narcotraficante haciendo opinión pública a través de un espacio de radiodifusión. Griten conmigo a viva voz (si tienen valor,claro está): ridículos investigadores de pacotilla.
OQ
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