" ¿QUIERES QUE TE HAGA COMO LE HICE A MI HERMANITA?"

A veces pienso recurrir a la fantasiosa burbuja infantil para criar a mi hijo. Me asusta esta vida. Los discursos oficialistas que promueven un nuevo orden me dan nauseas. Estoy harto de esas orientaciones insustanciales. Sin resultados prácticos. Es un mundo a la deriva. El mal gana terreno y avanza indetenible. Se impone el caos. Me permito dibujar mi temor citando dos acontecimientos igualmente insólitos y desgarradores.

Así contó la prensa nacional un hecho ocurrido el pasado día 20, en medio de la entrañable brisita navideña. "Un niño de cinco años asesinó hoy en la mañana a otro de nueve, con una tijera, en una escuela de la localidad de Barsequillo, en el municipio de Haina, provincia San Cristóbal".

"Se informó que el menor muerto, que hasta el momento no ha sido identificado, espiró mientras era llevado al hospital, producto de las heridas punzantes que le causó el otro infante. El hecho se produjo en la escuela Juana Abreu, en las proximidades del hospital de Barsequillo, cuando ambos niños compartían en una sala de tareas en el referido centro educativo".

Lo que sigue, lo cuento yo. No sucedió en San Cristóbal. Ocurrió en un apalatrado campo de mi natal Sánchez Ramírez, llamado La Fortuna, por error de cálculos. Dos hermanitos jugaban divertidos. Uno de nueve y otra de cinco años. El mayor se molestó, cosa de niños se podría inferir, y amenazó a la beba con volarle la cabeza de un cartuchazo. Maldita recordación de películas sangrientas, cualquiera pensaría.

La pequeña de cinco años no entendía, por supuesto que no, el significado de "te daré un cartuchazo". Su hermanito mayor, su amado cómplice de tiernos e inolvidables momentos hogareños, sí lo sabía perfectamente. Un solo disparo bastó para que su padre se sintiera orgulloso de las enseñanzas que en manejo de armas había dado a su hijo.

Son solo nueve años que tiene el infante experto en volar sesos a temprana edad. Las cárceles son para hombres irresponsables. Su padre es un reconocido dirigente zonal del partido de gobierno. Es de esos que le enseñó el trasero a los principios del profesor canoso intolerante con las bellaquerías. Tiene fama de guapón este cobarde sin cerebro. Se comenta que adiestró a su varoncito para disparar como todo un hombre. Con coraje, valentía y decisión, como su padre bueno para nada.

Si que es poderoroso el poder. El cuerpo ensangretado de la niña lo recogió otro. Todo se manejó entre "compañeros". En esta selva asfaltada, no tiene valor noticioso decir que no hay nadie preso por esta simpleza. Tampoco tiene sentido revelar que la escopeta sigue en manos del "compañero" consentido, con un master en voladuras de sesos ajenos.

"Tú quieres que te haga como le hice a mi hermanita", me cuentan que ahora amenaza en la escuela la víctima viviente. Su madre está vuelta loca. Pobre bebita, pagó tan caro haber nacido en un mundo despiadado e infernal. Después de todo, no hay mucho qué lamentar, pues al padre atolondrado le sobreviven aun su hombrecito tirador y dos más de su primer matrimonio.
OQ