A MIKI BRETÓN


La sociedad hiede a sangre seca. Espantosa realidad la que nos toca vivir. Nuestros muertos mueren todos los días. Ya no hay asombro. El homicidio de hoy es solo anticipo de otro drama de espanto. Hiede tanto el homicidio a sangre fría, como la del asesino que entierra con furia su puñal en el vientre escogido. El civilismo se extingue. ¿Será el cataclismo anunciado? Hay temor. El mundo se desvanece entre odios. El afán de ser superiores nos sumerge en la maldad desbordada. Y la maldad nos hace cómplices de este mundo sin rumbo; sin control ni medidas. Matar no es un simple acto criminal. Es muestra irrefutable de nuestra esencia. De lo que somos. Por eso hiede tanto la sangre, porque desnuda lo que somos y hace vomitar nuestras miserias. Nosotros, los vivos, también morimos, inevitablemente. Lúgubre espectáculo de sangre expandida. Nos matamos y, a veces, no morimos. Seguimos vivos para luego sucumbir ante la muerte inesperada. El mundo es una inmundicia al ras del despañadero; sin límites. No es la muerte circunstancial lo que asusta. Es el mundo real lo que espanta. ¿Será el cataclismo anunciado?

Comentarios

  1. Oscar y Alex . Ya están en blogarias.......Estamos a su orden, EStan linkiados como parte de la gente que leo en la blogosfera

    abrazos, y felicidades...!!!

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